Un niño necesitaba L.1000, rezaba todos los días para que alguien se los regalara.
Un día decidió escribir una CARTA A DIOS pidiendo los L.1000 y la mandó por correo.
Cuando el Jefe de Correos vio a quién estaba dirigida la carta, determinó despachárla al Presidente Micheletti.
Micheletti, al recibir la carta, quedó gratamente impresionado e instruyó a su secretaria enviar
al niño L.100, pensando que para un niño pequeño, esa cifra debía significar una gran cantidad.
El niño, feliz con los L.100, se sentó rápidamente a escribir una carta de agradecimiento que decía:
Gracias, querido Dios, por mandar el dinero. Sin embargo, por alguna razón que no me explico, lo mandaste a través de la Casa de Gobierno, y como era de esperar, estos corruptos hijo de su maldita madre se robaron L.900 ; seguro que pensaron que era parte de su comisión.. Ni la correspondencia de Dios respetan estos CABRONES
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Respeto
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